"Recordar para no olvidar” no es un título redundante para una sociedad con la memoria de un pez, sometida a miles de estímulos interesados en convertirla en un dócil contribuyente, que bajo los tópicos: “no hay que remover el pasado”, “la reconciliación está por encima de todo”, “todos mataron”, “era una guerra”, “los dos bandos”, “aquello queda muy lejos”, “lo que importa es el futuro” y otros muchos, no dejan construir una democracia sólida que sea capaz de resolver todo aquello que durante 70 años no se ha querido tocar. Y 70 años es demasiado ignorar. Recordar para no olvidar son 10 minutos de historia y reivindicación, que muchos de vosotros conoceréis sobradamente, pero que seguro que podéis reenviar a personas que desconocen algunos capítulos de nuestra historia más reciente.
¿Y por qué hacerlo?
Porque hartos de estar hartos ya nos hemos cansado, no de preguntar, como dice la canción, sino de pedir, exigir, demandar, mendigar justicia para los luchadores antifascistas y sus familias, para aquellos que defendieron la legalidad vigente republicana hasta las últimas consecuencias. Nos hemos cansado de tragar, de transigir, de claudicar en nombre de reconciliaciones nacionales que no fueron más que capitulaciones sin contrapartida alguna. Nos hemos cansado de que más de 30 años después de la muerte del fascista Franco se siga contando la historia, ya no para gloria de los vencedores, porque la corrección política lo impide (aunque César Vidal, Pío Moa y otros no se hayan enterado), sino para la justificación y no vergüenza de los mismos, que siguen yendo con la cabeza alta sin haber pedido perdón por ninguno de los crímenes cometidos durante los 40 años de dictadura y los primeros años de esta transición sin fin. Nos hemos cansado y estamos hartos muy hartos de tanta impunidad, de tanto engaño, de que los derechos humanos no amparen a nuestras víctimas, de ser utilizados y de no tener apenas voz y por supuesto de no tener voto a la hora de decidir que Ley de la Memoria queremos. Estamos cansados de equiparaciones inasumibles desde nuestra dignidad, cansados de esta democracia inmadura, de una monarquía impuesta por el franquismo que no podemos cuestionar, de que quieran marcarnos el camino de nuestras reivindicaciones…Hartos de estar hartos ya nos cansamos de que los ignorados, olvidados, relegados, escondidos durante tanto tiempo no puedan recibir Justicia. Justicia para los torturad@s, vejad@s, esclavizad@s, fusilad@s, desaparecid@s, pasead@s, violad@s, robad@s, expoliad@s, explotad@s, exiliad@s, gasead@s, exterminad@s, encarcelad@s, clandestin@s, condenad@s al hambre, la miseria, la enfermedad hasta su muerte, secuestrad@s, encerrad@s en instituciones mentales, apalead@s, humillad@s y escarniad@s, Cientos y cientos de miles de víctimas. Justicia para los que tuvieron la dignidad de continuar la lucha por la democracia, delincuentes y asesinos para el régimen, que aún arrastran el estigma en este.
¿Y qué deberíamos hacer? pues lo que muchos hicieron, continuaron haciendo y siguen haciendo: pelear, y qué mejor arma que el conocimiento.“Peleamos por todo lo que es noblepor la paz, la justicia y el trabajopor la libre república del pueblo¡peleamos!, ¡peleamos!”
Pedro Garfias.
Ya no nos queda tiempo que esperar, ayúdanos a difundir, peleemos todos juntos.
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